domingo, 28 de octubre de 2012

Don Quijote de la Mancha

Miguel de Cervantes


La comida fue limpia, abundante y sabrosa, y el maravilloso silencio de la casa, semejante al de un monasterio de cartujos, contentó mucho a don Quijote. Levantados los manteles, después de dar gracias a Dios y lavarse las manos, el estudiante poeta leyó unos versos suyos que don Quijote alabó como del mejor poeta del orbe.
 
Cuatro días estuvo don Quijote en casa del caballero del Verde Gabán, muy bien atendido, al cabo de los cuales, como no estaba bien que un caballero andante se diese muchas horas al ocio y al regalo, salió tan alegre a cumplir con su oficio y a buscar las aventuras. Sancho Panza, en cambio, lamentó la partida, porque era volver al hambre de los bosques y caminos, aunque había llenado las alforjas con todo lo necesario, pues don Diego le dijo que tomase de su casa todo lo que fuese de su agrado.

No hay comentarios: